12.10.10
Iré al grano: me gusta el grano... no el que pica y uno se arranca al rascarse, sino el grano fotográfico. Pero en una época de cirugías estéticas, de liposucciones, de implante de senos, de nalgas y hasta de estiramiento de penes, somos vasallos en todos los campos de un impulso que aspira a obtener (o al menos admira) lo que tenga volúmenes ideales; lo que carezca de imperfecciones de cualquier orden y lo que sea completamente liso. En fotografía eso también tiene manifestaciones y por ello muchos quieren extirpar el grano de las fotos y hasta lo llaman “decimonónico” o les da urticaria. ¿Alguien será capaz de hacernos un transplante de estética?
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