Eugenio García. - View my most interesting photos on Flickriver

5.3.09

Loneliness Train

Siempre me gustaron las cámaras Leica, aunque nunca tuve suficiente dinero como para comprarme una de esas maravillas. Y más me gustó la marca desde que supe de su buen karma. Por eso me siento particularmente contento de poder, al menos, participar este año en el célebre concurso de fotografía organizado por Leica y llamado "Premio Oskar Barnack" (nombre del legendario ingeniero de aquella casa alemana que perfeccionó admirablemente las cámaras que construían).

Para concursar envié un juego de doce fotografías agrupadas bajo el título de "Loneliness Train", una versión algo distinta de la serie que había presentado aquí mismo con el nombre de "Edades y soledades". Básicamente cambié ciertas fotos e introduje otras más recientes. Los textos alusivos debían también ser más sintéticos, así que con mi rudimentario inglés redacté nuevas explicaciones.

Mis fotografías fueron subidas al sitio de Leica junto con las de los demás concursantes y se pueden ver accediedo a través del siguiente enlace directo:


Por lo demás, si les gusta el arte fotográfico, recomiendo el repaso de diferentes reportajes provenientes de todas partes del mundo. Hay verdaderas e inolvidables joyas fotográficas en muchos de ellos, que testimonian de la vitalidad de ese arte en la era digital.

3 comentarios:

http://jacquelinewaechter.blogspot.com/ dijo...

Como en la película 'Mystery train' (Jim Jarmusch), determinada reflexión sobre el vagabundeo humano, la dualidad con la máquina… a sueños?...

Eugenio García dijo...

Bueno, para mí ante todo es la historia de vida y la gran historia socio-económica detrás de estos personajes (relegados de un sistema de explotación agrícola hecho posible por las relaciones de poder entre países). Luego hay algo a nivel visual, fotográfico y de una cruda poesía de la realidad entre estos hombres y esa máquina abandonada, que no va a ninguna parte. Sí, podría verse como una metáfora de la máquina de los sueños rotos.

También es el descubrimiento -en mi segunda visita- de dos elementos visuales que condensan dos formas opuestas de ver el mundo, pero que se curiosamente se unen en el imaginario: la religión representada por el ícono del sagrado corazón, y el marxismo, representado por la figura del Ché (que suplanta visualmente el rostro de Franciso sobre en la parte frontal de la máquina en una foto anterior). Y sin embargo el Ché es también una figura crística para muchos. Es interesante notar que esos elementos visuales ya estaban presentes en las historias de vida de estos personajes: Francisco había sido guerrillero sandinista, ejército que comenzó luchando contra la dictadura de los Somoza y que luego abrazó el marxismo. Y Don Alvaro, que se encerraba a leer la biblia en esa máquina. Lo curioso es que cuando ellos estaban presentes no había trazas visuales de esos elementos, pero cuando llegué ahí la segunda vez, sí las había, pero fisicamente ya ellos no estaban más ahí. Era como si hubiera habido una transmutación de sus cuerpos en signos.

Por último este reportaje es también la exploración de una mirada... no la mía, sino la de ellos. Eso me sorprendió un poco de los reportajes concursantes... son relativamente pocos los que se atreven a fotografiar frontalmente la mirada de un adulto... ¿Por qué? Y sin embargo, qué potente puede ser una mirada.

Un elemento anecdótico que posiblemente los no fotógrafos no conozcan, es que ese famoso ícono del Ché en el que se basa el graffiti, fue tomado con una cámara Leica por el fotógrafo cubano Alberto Korda.

http://jacquelinewaechter.blogspot.com/ dijo...

Explicación, fotografía y símbolo de humanidad espléndidos en todo

Muchas gracias