7.12.07
Arisco y huidizo pero muy tierno, así es don Álvaro. Me costó tres viajes a Golfito, muchas horas de conversación y algunas “ayuditas” económicas y literarias, lograr que él se dejara fotografiar. Sí, no fue fácil, pero valió la pena. No tanto por las fotos (aunque estoy muy contento con todas ellas), sino sobretodo por la calidez de su trato y por su tertulia erudita. Es que don Álvaro es un gran lector. Tiene muchas referencias y su tema preferido es el religioso. Él te puede citar párrafos enteros de la Biblia sin haber sido jamás pastor o predicador, y con gravedad apocalíptica sostiene que un inminente y abierto contubernio entre Bush y el Papa señalará el fin de los tiempos (de ser así... ¡Se lo creo!). También conoce mucho de historia y sabe inglés. Sin embargo, en su vida no fue maestro ni cosa semejante, sino que ejerció múltiples oficios, en especial el de estibador en los muelles de Golfito, en tiempos de la compañía bananera, antes de que se fuera sin más, dejando a toda la zona en una crisis económica de la cual todavía no se repone.
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4 comentarios:
de todas, me gustó más la 82.. :)
Estas volando con esas fotos Quime!!!!! Me gustaron mucho!
buen reportaje sobre la historia de don alvaro y el tren.
soy dominicano
muy buen reportaje de don alvaro y el tren
saludos desde republica dominicana
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