Los vencidos
Estabamos contentísimos pretendiendo que los vencidos jamás se enterarían de que habíamos organizado semejante bacanal en el sitio que hasta entonces ellos habían ocupado en silencio. Pero nos engañamos. De un modo u otro los vencidos habían vuelto y ahora miraban el espectáculo por las ventanas con sus rostros desencajados pegados a los cristales biselados. En un principio tratamos de ignorarlos pero poco a poco un sentimiento de derrota se fue apoderando de nuestros corazones, hasta que finalmente ellos tomaron nuestro lugar y entonces nosotros, los vencidos, pudimos renovarnos culminando así el ciclo periódico de la transmigración que nos rige.
7 comentarios:
Aplastar al contrincante, el contrincante se venga, el vengador quiere volver, cuando vuelve se tiene que enfrentar de nuevo al que perdió...la rueda de los dualismos...unos ganan y otros pierden...cuando aprenderemos a consensuar?
Cada vez se hace más urgente, y creo que si se logrará, aunque no estemos para verlo.
Vencidos estamos todos, pensándolo bien...
uuuuhhhh... eso de la transmigración es una idea poderosa...me gustó esto.
Gracias por sus comentarios. Samsara, transmigración, la rueda de los dualismos, el absoluto en todos... sí, de eso se trata.
vieras q esas bailarinas que mueven así su cintura no me suena mucho.. cuestión de gustos, jeje.
Está tuanis la idea de los vencidos, pero también por gusto, prefiero cuando las cosas no son evidentes...
Lo del ciclo de la transmigración está MUY loco. Me gusta ese nombre.
(Y aprovechen del cafecito, otro día me invitan!!!)
Abrazos Quimera!
Bueno, vamos a hacer una versión con maripepinos a ver si acaso...jaja
Silvia... ah, les gouts et les couleurs!... quizás un día de estos tengamos oportunidad de hablar en detalle sobre el tema, pero por el momento reafirmaré que aunque sea por puro esnobismo, cretinismo, inmadurez o rebeldía de mi parte (o una mezcla de todo), mi nota es precisamente retozar con lo evidente y simplón. Con decirte que tengo en buena estima a Coelho, Choopra y Osho y no me da exactamente ninguna pena decirlo (lo siento por aquellos a quienes choco diciendo tal barbaridad y que defraudados no vendrán más a este blog, me volverán la cara en la calle, se burlarán de mí y nunca más me tomarán en serio si es que algún día lo medio hicieron).
Falta de cancha la mía porque cuando se me ocurrió decirle a la tortuga que te dijera del cafesito, ya era demasiado tarde. En fin, habrá otras (en caso de que después de lo dicho no sea demasiado tarde...jaja).
Abrazos evidentes.
jajajaja! buenísimo. ta bien.
evidente q te tomo en serio y que no voy a voltearte la cara! ok?
Abrazos.
(cagada de risa los maripepinos!)
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